retos sector agroalimentario

PRINCIPALES RETOS PARA EL SECTOR AGROALIMENTARIO ANDALUZ EN 2023

Este ejercicio 2022 ha sido un año absolutamente extraordinario para el sector agroalimentario, que ha sufrido en primera persona los efectos de la subida de precios. Dicha subida, que ha afectado al conjunto de nuestra economía como consecuencia de la ruptura de la cadena de suministro en la era post COVID y el desabastecimiento que trajo como consecuencia la guerra en un país netamente agrícola como Ucrania, ha derivado en que en el sector agroalimentario andaluz se haya alcanzando un 11,6% de promedio, frente al 8,4% general. Esta situación, unida a la reducción de la producción como consecuencia de la sequía que azota a Andalucía, está originando que muchas compañías del sector están tensionando sus márgenes debido a los incrementos que están soportando en todas sus líneas de costes (energía, materias primas, envases, personal, logístico, y la dificultad de trasladar dicha subida al precio final por el impacto de la inflación en los consumidores y las amenazas de posible pérdida de posicionamiento de las marcas.

Ante dicho escenario, de cara al presente ejercicio, los retos que en nuestra opinión debe afrontar el sector, vienen derivados de la búsqueda de eficiencias en todos los procesos con el objeto de incrementar los márgenes, y extender dicha eficiencia a toda la cadena de valor, a profundizar en un entorno de incremento de los tipos de interés en el que se vislumbra una estabilización e incluso descenso en la segunda parte del año, a la restructuración de deuda y búsqueda de financiación alternativa siendo el capital riesgo una opción más que relevante.

Como amenaza del sector, y que exige una reflexión, es el incremento desde el inicio de la pandemia que sigue operando la marca del distribuidor, que a finales del 2022 alcanza una cuota del 50% en el mercado de gran consumo en España, y el estrechamiento del espacio para las marcas del fabricante en el lineal, lo que lleva al fabricante a hacer una profunda reflexión si continuar en la estrategia de fabricación de marca de distribuidor, y explorar canales alternativos de distribución D2C para extender todo el poder de la marca en el sector y obviamente el posicionamiento de la misma en redes sociales y nuevos canales.

La principal oportunidad del sector es en mi opinión es el fenómeno de consolidación que estamos experimentando en los últimos años, con grupos multimarca y muy diversificado y que sigue siendo un sector muy atractivo para el capital riesgo, lo que 2023 seguirá siendo un año muy activo en la toma de participación en compañías del sector que refuerzan su estructura financiera, lo que redunda en mayor capacidad para afrontar procesos de crecimiento ambiciosos, internacionalización, digitalización, y los efectos beneficiosos que esta tendencia aporta al sector de transparencia, profesionalización, mejora de gobierno corporativo, etc.

Es una pena que la asignación de los fondos Next Generation no haya priorizado el sector agroalimentario, siendo interesante no obstante el PERTE de descarbonización que puede afectar muy favorablemente a las empresas del mismo. Sin duda, un año muy retador y que el gran posicionamiento de las compañías andaluzas y su apuesta por la calidad y la marca sin duda ayudará a superar con éxito estos momentos de incertidumbre.

Articulo redactado por: 

Nicolás Sierra Muñoz, Socio responsable de Andalucía, Extremadura y Canarias de KPMG

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