4 detalles que te ayudarán a conocer mejor los embutidos
En LANDALUZ, como expertos en todo tipo de productos andaluces, tenemos un amplio conocimiento sobre una gran variedad de placeres culinarios, dada la riqueza de nuestra comunidad. En este caso, vamos a hablarte sobre los embutidos, un grupo de alimentos que nos reporta grandes satisfacciones en nuestro día a día.
En la gastronomía española, los embutidos siempre han ocupado un lugar preferencial, tanto en las casas como en nuestras comidas especiales. Nuestra tradición ganadera y artesana es una garantía para que estos productos se hayan convertido en uno de los símbolos más reconocidos de la marca España, formando parte también de la lista de alimentos de Andalucía más reconocidos.
En este sentido, como los productos andaluces son la razón de ser de LANDALUZ, queremos sumergirte en el maravilloso mundo de los embutidos, invitándote a conocer más sobre ellos. ¡Presta atención!
1. ¿Qué son?
En primer lugar, podemos decir que los embutidos responden a una categoría de alimentos muy amplia y diversa. Por encima de todo, se tratan de derivados cárnicos que son producto de una elaboración donde carne picada, fundamentalmente procedente del cerdo, ha sido introducida en tripas naturales o artificiales.
Más allá de esta definición que los aglutina a todos, cada embutido posee sus propias características. Diversos procesos de curación, especiados y condimentos que evidencian su amplia diversidad.
2. Clasificación
Existen muchos tipos de embutidos, aunque generalmente podemos dividirlos en varios grupos. Los más conocidos son los embutidos de carne, como son el salchichón, el chorizo, las salchichas o la caña de lomo, entre otros, mientras que entre los llamados embutidos de vísceras, probablemente el más destacado sea la longaniza gallega.
Asimismo, las morcillas son el alimento más representativo de los embutidos de sangre y, por último, hablamos de fiambres cuando nos referimos a productos como el jamón cocido, la mortadela o el chopped.
Esta es la clasificación más importante, pero también podemos distinguir por su elaboración, según sean frescos, cocidos, ahumados o secos.
Como ves, la variedad es inmensa y su presencia en nuestra vida cotidiana es enorme. No obstante, no podemos incluir al jamón en ninguna de estas categorías, más bien considerado como un salazón, pues no ha sido introducido en ninguna tripa durante su proceso.
3. Un producto nacido de la tradición
En España existen numerosas Denominaciones de Origen Protegidas que reconocen la unión de las diversas preparaciones y sus territorios. Y es que cada uno de los embutidos que producimos son fruto de la tradición y el carácter artesano de nuestra cultura alimentaria. Hablamos de unos alimentos únicos, lo cual se refleja en el amplio volumen de exportaciones.
4. Una fuente sólida de minerales
Aunque es cierto que debemos controlar su ingesta, un consumo moderado de embutidos (una o dos veces por semana) incrementará el volumen de minerales como el hierro, el potasio, el fósforo o el cinc en nuestro organismo. Además, serán una fuente importante de proteínas de muy buena calidad.
Sumergirte en la magia y variedad de los productos andaluces sin probar sus embutidos será un pecado imperdonable. Desde LANDALUZ te invitamos a descubrir en persona todas las particularidades de unos productos muy singulares.
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