Las claves para entender el vino según su edad
En LANDALUZ, como expertos en los alimentos de Andalucía, estamos encantados de contaros todas sus particularidades. Hoy volvemos a dedicarle un espacio al vino para que tengas todos los elementos para disfrutarlo. Si quieres conocer un poco más a fondo el significado de su edad, estás en el lugar indicado.
Cuando vas a degustar un vino, existen muchas maneras de determinar su elección en función de tus apetencias, pero una de las más importantes es la que determina su edad, una información que aparece en la etiqueta según una clasificación cuyos nombres nos resultan muy familiares.
Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, desconocemos su verdadero significado. Por ello, en LANDALUZ, la Asociación de Alimentos de Andalucía, queremos resolver esta cuestión. Así te asegurarás elegir el vino correcto para cada ocasión y según el maridaje deseado. ¡Presta atención!
1. Vino joven
La principal característica de los vinos jóvenes es que no han pasado por un periodo de crianza y pueden ser consumidos hasta dos años después de la vendimia. Independientemente de su color, son los vinos cuyas cualidades más se acercan a las de la uva, al no recibir apenas modificaciones durante su proceso.
Por encima de los dos años perderían parte de sus propiedades. Son ideales para los amantes de los sabores suaves y afrutados y para aquellos maridajes junto a comidas de bajo peso.
2. Semi-Crianza
También conocidos como roble, este tipo de vinos suponen un peldaño más de intensidad respecto a los jóvenes al haber pasado seis meses en barrica, por lo que adquieren parte de su sabor. Es una buena opción si deseas degustar un caldo cuya presencia en el paladar es prolongada, pero sin demasiada acidez.
Asimismo, también destaca por ampliar su periodo de conservación más allá de los dos años, justo cuando los vinos jóvenes empiezan a perder cualidades.
3. Crianza
Los vinos crianza no son consumidos hasta tres años después de la recolección de la cosecha, sin embargo, sólo pasarán un año en barrica. El resto del tiempo esperarán almacenados en botella hasta su comercialización. Una muestra de su calidad es que pueden aguantar hasta cinco o diez años antes de ser consumidos.
4. Reserva
Los paladares más refinados apostarán por los vinos reserva, que se caracterizan por pasar un año en barrica de roble y tres años en botella. Como consecuencia de su modo de almacenamiento y de las particularidades de la bodega, los caldos adquieren una infinidad de matices.
Suelen adoptar un tono rojizo muy intenso y respecto a sabor destacan por su intensidad al primer contacto con el paladar y la percepción de matices delicados según avanza la degustación.
5. Gran Reserva
Solo las mejores cosechas son capaces de producir vinos con extraordinarias características. Para ser considerados como tal, deben pasar, como mínimo dos años en barrica y tres en botella, antes de su comercialización, lo que hace que saborear estos caldos sea un placer único.
Desde LANDALUZ, como Asociación Empresarial de Alimentos de Andalucía, celebramos la suerte de poder contar en nuestras tierras con extraordinarios vinos, que independientemente de su edad, deleitan el paladar en todas las situaciones posibles. ¡No dudes en apostar por el vino andaluz!
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